Sunday

TRAVELS AND PHOTOGRAPHY /////////////// VIAJES Y FOTOGRAFÍA

NARRATIVA EN TRÁNSITO
















AFRICAN CHRONICS







CRÓNICA DE EGIPTO

















Photo: Honey





Bob & Co. en tránsito por Egipto.

Travesía por el Cairo y Luxor, Apuntes de la Bitácora: "Resumen del Capítulo Anterior"

De Roma volamos al Cairo con escala en Atenas. La hora de arribo a África era las dos de la madrugada. Difícil hora para llegar a un lugar desconocido y que se anunciaba como extraño. Sentado en la butaca del avión recordaba la idea de que al primer extraño que uno encuentra en el extranjero es a uno mismo. Ansiaba encontrarlo, encontrarme, …reencontrarme.

Al aterrizar y recuperar las maletas que milagrosamente habían llegado conmigo, aunque maltrechas, tenía conmigo el pequeño equipo que consideraba útil tener en esas circunstancias. Un taxista nos condujo hasta el hotel a través de una nube incierta que tomé por neblina y más tarde comprendería mejor su origen. Ya en el cuarto, ventilador de techo a pleno, por la ventana abierta se deslizó el primer cántico religioso desde una mezquita. Me quitó el sueño, eran las cuatro de la madrugada, estaba en Egipto.
El día que estaba a punto de comenzar prometía ser mágico y misterioso. Por la mañana, desde temprano un caluroso día se presentaba. Desayunamos wisky árabe: té de menta, mientras tomaba rápida nota en mi cuadernillo de bitácora del plan a seguir. Egipto resultaba demasiado extenso para el tiempo que tenía para investigarlo. Conseguir libras egipcias, la moneda corriente, era el primer paso para emprender las correrías. Al mediodía y gracias a un jeroglífico árabe que el conserje del hotel me escribiera en una tarjeta, y con solo mostrarlo en silencio, y alguna seña, llegamos a un misterioso bar para almorzar. La oscuridad interior después de la deslumbrante luz exterior apenas permitía distinguir ciertas formas. Cuando los ojos fueron adaptándose a la oscuridad creí reconocer a un camarero, al que le hice el pedido. Comí kebabs,… creo. Más tarde descubrí que la penumbra es una característica de muchos lugares, un oasis de fresca semioscuridad para mitigar el intenso calor y huir aunque sea por momentos de la ardiente mirada del Dios Ra.
Ciudad caótica si las hay, El Cairo no deja de sorprendernos. Combis alocadas desparramando turbantes, ciclomotores zigzagueantes a altas velocidades esquivando taxis destartalados, que a coro de gritos y bocinazos convocan a sus víctimas. Si el Corán les permitiera beber alcohol ya se hubiesen extinguido. Carros a caballo, mulas, micros y vendedores cargosos. Las calles son cruzadas por peatones que cierran los ojos y corren rezando. Allí comprendí porque son tan religiosos, … Es común verlos orar en todo tipo de negocios y zocos, los cantos religiosos que llaman a oración desde los miles de alminares dispersos por la ciudad nos conmueven las veinticuatro horas del día cada cuatro.
Amantes apasionados del fútbol, es suficiente que sepan que uno es argentino para gritar Maradona. El Diego ocupa un lugar a la diestra de Ra, el Rey Sol.
Bosta, comino, smog, mucho calor, obsecuentes mercachifles nos persiguen dentro del denso manto que cubre la nocturna ciudad, los ojos pican la garganta pide algo, …pero no hay. La birra clandestina es difícil de obtener y de vino ni hablar. La prohibición religiosa de beber alcohol se encuentra muy vigente en todos los musulmanes, que sin embargo, tienen permitido tomar el agua contaminada de los grifos, o gaseosas, … están inmunizados.
Hablar con los árabes es imposible, a menos que uno hable este idioma. Claro, … son árabes, 'hablas español ?, english ?, me entiendes ? '. Te miran fijamente, y agotado nuestro vocabulario, miran para cualquier lado, y dan por concluída la conversación. Mejor los garabatos, que aunque rústicos, funcionan de maravillas. Comprobado, un dibujo vale por mil palabras.
El Cairo te agota loco, … !!! Regatear todo el tiempo, te piden fortunas con sólo estar mirando, y te persiguen por toda la ciudad para venderte bajando la propuesta hasta la cuarta parte, negociar de antemano con los taxistas, sacarse de encima a los vendedores de alfombras que no vuelan, más ellos sí, pero de fiebre.
El sahara nos esperaba, y allí fuimos, o mejor dicho nos llevó nuestro guía. Un bizarro show audiovisual nocturno en uno de los escenarios más magníficos del mundo. Gizah, y las tres pirámides, Keops, Kefren y Micérinos y la maravillosa Esfinge. Hubiera pagado lo que no tengo por solo verlas en solitario a la luz de la luna. Volvimos al día siguiente, beduinos, beldeveres, camellos y bellos caballos árabes, y todo el calor del desierto. La pirámide de Sakkara, la más antigua de Egipto; algo así como cinco mil años, abruma. Difiere de las demás pirámides porque su arquitectura no es lineal como las demás sino escalonada,muy similar a las pirámides Mayas, …
De allí con Mahmud, nuestro guía, nos dirigimos hacia el Museo del Cairo a través de una maraña inpenetrable de ruidosos bocinazos. Allí la recalentada Nikon tuvo oportunidad de descansar a la sombra de un armario debido a la prohibición absoluta de fotografiar.
Un aperitivo habíamos tenido en Londres, en el British Museum, una colección fabulosa, mejor presentada y conservada, con toda la prolijidad inglesa, gratis y donde sí, está permitido sacar fotos. En Egipto a cambio de una libra Egipcia podremos distraer al guardia y llevarnos la foto de alguna momia. Inglaterra había quedado lejos, Liverpool y las bellas partidas de ajedrez con my friend Simon en el club local, y el pulcro Londres, y las frías birras en los típicos pubs ingleses.
Ahora una nube borroneaba la noche Cairota. Calor y vaho. Árabes teatraleros, gritos, empujones, uno de turbante rompe una botella y fabrica un arma, todo un reality show, pero el público huye despavorido.
Crazy country, it is their beauty. callejones evitables, precaución extrema, bares 'damas abstenerse' y más kebabs, uuuggg, … Ojos que asoman de las túnicas, tal vez sean mujeres. Narguiles y pan árabe tapizando el suelo, higiene cuestionable y guisos inciertos, Otro órden, otro planeta. Todo esto desafiando nuestras Open Minded.
En el hotel del Cairo se nos presentó un señorito cincuentón y atildado, con pinta de saqueador y traficante, hablando inglés, llamado por supuesto Mohamed, quien, invitación al té de menta mediante, pretendía vendernos un sospechoso paquetito para viajar por todo Egipto. Regateos mediante convenimos en viajar con sus servicios, sólo hasta Luxor.
'My man in Luxor will be the contact', dos guias a nuestra disposición para conocer el Valle de los Reyes y un hotel con aire acondicionado era la propuesta, que pagamos en efectivo y por adelantado, no sin resquemores. Dejamos nuestras maletas en el hotel del Cairo y partimos con una pequeña mochila hasta nuestro nuevo destino.
Luxor, caminatas en la rivera del Nilo, atardeceres, falucas y más preguntas sin respuestas, más misterios ancestrales. Fuímos con nuestra guía al Valle de los Reyes en la márgen occidental del Nilo, donde se pone el sol, el valle de la muerte. Fotografié la entrada de la tumba clusurada del marketinero Tután, (Come on, cuando lo llamaban). Faraón a la temprana edad de nueve años, liquidado al terminar la adolecencia. Demasiado joven, tal vez, para manejar otra cosa que no fuera una bici. Al parecer todavía no se han encontrado los hilos con los que lo manejaban. En América latina hemos tenido unos cuantos tutanes, y podemos entenderlo perfectamente. Al parecer durante su período no pasó nada, o muy poco, pero se convirtió en superstar cuando Carter, un explorador inglés, que murío poco después, descubriera su tumba. Aposentos que no habían sido saqueados y aún guardaban el precioso tesoro del Faraón, hoy en el museo del Cairo. Su tumba compartía el vecindario con la de Ramses ll, quien con un perfil más bajo, se inmortalizara él y toda la dinastía, por la magnificencia de su reinado.
Al siguiente día con Abdo, un guía que nos confundía con su arabian english, fuimos a la parte oriental del Nilo, por donde amanece, la vida, el disfrute y la ostentanción.Templos y palacios que habían permanecido bajo las arenas del sahara durante siglos, y ahora calcinándose nuevamente al sol nos humillan con la majestuosidad de quienes creyeron vencer a la muerte en una época de envidiables certidumbres.
Allí en uno de los templos, el de Karnak, un grabado sobre la piedra deja volar nuestra imaginación. El dios de la fertilidad, Amen Amen, manco y rengo, pero con un pene que se las traía, y que bien podría reemplazar otro miembro faltante, pescado 'in fraganti' haciendo ostentación de su descomunal erección. Sobre el 'torrente' eyaculatorio la silueta de un pequeño círculo que continua en un fino apéndice . Se diría el dibujo de un espermatozoide, ...
La imágen oscurecida por tanta mano femenina apoyada sobre la misma, da cuenta de inumerables caricias que a manera de mágico pedido realizaran esperanzadas futuras parturientas.
Arquitectura majestuosa, inmensas columnas y obeliscos que desafiaron el paso de milenios, empequeñecen a sus visitantes, y lo colocan en su justo lugar para comprender su intrascendente estado y aceptar así, sumisamente, que detrás de todo esto hay otra cosa.
Detrás de todo esto hay otra cosa, fue el pensamiento con el que abandoné el Valle de los Reyes, y mientras mojaba con agua mineral mi sombrero, que ardía en llamas, la idea se fue conviertiéndo en intuición.
Un retrasado y polvoriento tren y un plácido camarote con una cena internacional y con red wine !!! fue a estas alturas del viaje un reencuentro con la civilización, la nuestra, digamos. Una descansada noche y un bello amanecer a través de las ventanillas del tren, palmeras somnolientas, mezquitas siempre despiertas y el Nilo.
Al regresar al Cairo, por supuesto, no habían tomado nota de nuestra reserva y el mismísimo Mohamed se ocupó que tuviéramos donde alojarnos ese día.

Un mugroso hotelucho del Cairo nos despidió de Egipto.
Esa misma madrugada volaríamos cruzando África hasta Marruecos, pero eso ya es otra historia.

Bob, Buenos Aires, Invierno del ..08


















Un espermatozoide, una X, una Y, el código genético, ... ?
Muchas preguntas, ...





De mi colección de amaneceres
Desde la mugrosa ventanilla del "Sleeping Train" ,
tendido El Cairo-Luxor, Egipto





Comentario:

"Entre las fotografías de Roberto, viajero por comarcas egipcias, me han capturado las tomadas a través de la ventanilla del camarote, dentro de un tren que desgrana el trayecto El Cairo - Luxor. Bob las incluye en su serie “Amaneceres” informándonos acerca del estado mugroso –así lo califica- de aquella ventanilla, situada en el eje de un austero camarote, a manera de objetivo de una cámara oscura, filtrando una luz que devela los contornos de la cabina iluminada por la infinitésima pequeñez de incontables partículas de polvo y arena suspendidas en el aire. Ese vidrio mugroso es aquí una suerte de filtro que excede las prestaciones de cualquier variante óptica o digital. Recordaba a Herzog cuando nos hacía deslizar por imágenes oníricas al incluir en su Enigma de Kaspar Hauser tomas realizadas con una Super 8, transfigurando el mundo por sobre la simple “estética del grano grueso” utilizada, logrando atrapar misteriosamente la pura materia de los sueños. Y yendo aún más atrás, hacia mi niñez, cuando la altura de mis investigaciones era la de los estantes bajos de un mueble en el que se guardaban juegos de café o de té, memoro la estampa de sus decoraciones en las que exceptuando la presencia de algunas geishas, abundaban imprecisas palmeras en las márgenes de ingenuos ríos junto a barquitos de vela triangular, rémoras de tiempos de expediciones depredadoras a confines exóticos, cuando el embajador estadounidense en Centroamérica compraba por 50 dólares la antigua ciudadela maya de Copán, en Honduras.

En ese camarote, mediatizado por la fotografía de Bob, he recuperado las olvidadas fantasías del navegar esos ríos entre amaneceres enormes, que compensaron las franjas de luz solar de las módicas tardes suburbanas.

Los amaneceres en África o en Asia están caracterizados por la desmesura. El vidrio del camarote, ese impensado filtro de la realidad, muestra el despertar de aquel día en toda su verdad, materializando la luz y desmaterializando, apenas insinuando, un vago mundo de palmeras y horizontes. Un mundo que se acerca así a su real estatura de espejismo. Y la cámara se hace mundo, porque también, al cerrarse el objetivo, cuando el camarote queda a oscuras y los rieles se funden en la nada, comprende que también la fotografía es polvo".

Homer






















RAMSES EN EL BRITISH MUSEUM, LONDON





LA PIEDRA ROSETTA

















WITH MOHAMED



























CRÓNICA: Marruecos






Bob & Co. en tránsito por Marruecos
Travesía por Marrakech y Ouarzazate
( Apuntes de la Bitácora: 'Resumen del Capítulo Anterior' )




UN VIAJE VERTICAL


Desde El Cairo volamos a Marruecos.
Con dos horas de demora arribamos a Marrakech..
Las valijas no.
Habrían quedado haciendo escala en Casablanca, o ya estarían volando hacia otro destino.
Con sólo el bolso de las cámaras y algunos dinares nos hospedamos en un hotel, enfrentado a la Medina.
La Medina
es la ciudad antigua, encerrada por un extensísimo y alto murallón salpicado por inmensos portones que hoy la comunican con el presente.
Atravesar uno de esos portones es introducirse en el túnel del tiempo.
La aventura la reservamos para el siguiente día.
En un mugroso bar, comer pollo rostizado nos pareció la alternativa más higiénica,
Acompañado por una ensalada a la usanza local, tomate, cortado en muy pequeños trozos y condimentado con mucho comino. Pan árabe para ayudar a los dedos, a falta de cubiertos.
Volvimos al aeropuerto para averiguar sobre las maletas. Missing.

Al siguiente día atravesando la transitada y ruidosa calle que nos separaba de la Medina, donde el riesgo de ser embestido por ciclomotores y combis que vuelan en zig-zag no es menor, nos encaminamos hacia uno de los portones.
Introducirnos por este agujero negro resultó un desafío para nuestras glándulas olfativas,que resistieron estoicamente.
Las callejuelas están atestadas de feriantes quienes llevan una vida donde el tiempo se ha detenido en la edad media.
Allí todo se vende, se compra y se revende, mientras que carros arrastrados por mulas y todo tipo de tracción a sangre, incluida la humana, se esfuerzan por transitar por callejones intransitables.
Olores y perfumes, menta, especies, mucho comino, orina, bosta y mucho calor.
Una fisura se había abierto en el continuo espacio-tiempo, (gracias Eternauta).
El medioevo comenzaba a dibujar escenarios y personajes.
Atravesando el vaho y el bullicio se nos acercó un aburrido marroquí ofreciéndose como anfitrión.
Acepté, no sin reparos y desconfianza
Tal vez para congraciarse, aunque no necesariamente, observando el color de mi tez y mi barba me dijo: “ tu est Marocain aussi “.
Siempre sospeché que alguna abuela española en mi árbol genealógico había descubierto el placer en manos de algún Moro aventurero.
Ahora estoy casi convencido.
El personaje me mostró con orgullo las palmas de sus manos, percudidas de tintura amarilla por las anilinas de la curtiembre donde trabajaba desde hacía añares. Al pasar por una tienda me obsequió con un perfumado ramillete de menta. El “turco” empezaba a resultarme simpático.
En su compañía recorrimos intrincados callejones, con bellísimas construcciones, mezquitas impenetrables para un forastero, donde grupos de fieles entonaban inspiradores mantras.
Una plazoleta donde una vez a la semana los beduinos vienen del Sahara e instalan sus tiendas, en un inmenso mercado, donde el regateo es una forma de vida.
La invitación a compartir un té de menta obliga a aceptarla, siendo la negativa un comportamiento descortés.
El monólogo un único tema: el uso y la destreza técnica de los artesanos que confeccionan coloridas alfombras con hilos de cactus.
Si te las pueden vender, tanto mejor.

El guía caminaba delante nuestro entremezclándose con la multitud.
Por momentos, aliviados, creíamos perderlo, pero no, él siempre estaba allí.
Por otra parte, a esta altura ya desorientado por la zigzagueante caminata, me creía incapaz de emprender solo el regreso hacia alguno de los portones.
Mi Nikon digital que ya había tenido que pasar desapercibida ante la negativa de muchos a ser fotografiados, comenzaba a querer esconderse definitivamente dentro del bolso.
Estos nuevos callejones, ahora solitarios, provocaron mi desconfianza y cuando estaba a punto de volver sobre mis pasos, el hediondo olor de una curtiembre golpeó mi ya atormentada nariz.
No tardaron en salir a mi encuentro los socios del guía que pretendían venderme una visita guiada entre los nauseabundos piletones.
Encaré rápida retirada, no sin un previo intercambio de palabrotas en inglés y balbuceos franco-árabes.
A través de los milenarios callejones, pasadizos, cortadas, extraños laberintos, que comenzaban a poblarse nuevamente de túnicas, nos dirigimos hacia una 'maison d..hôtes'.
Estas son hermosas y antiquísimas mansiones donde es posible hospedarse.
Grandes y oscuros patios, donde la frescura contrasta con el tórrido exterior.
Fuentes decoradas con bellísimas mayólicas, arcos y canteros, habitaciones con refrescantes ventiladores de techo, terrazas con toldos, alfombras y almohadones donde recostarse a beber algún estimulante té de menta y una cocina donde poder preparar comida.
No quedaba más que averiguar el costo de la habitación.
La idea de alojarnos en la Medina nos había cautivado.

En los días subsiguientes de nuestra estadía en Marrakech exploramos el barrio antiguo.
El Museo de Arte Marroquí, y otros varios Palaces, el bello Jardin Majorelle y mezquitas como la famosa Koutoubia.
La place Djemaa el Fna, declarada patrimonio de la humanidad, donde todos los días al atardecer se reúnen feriantes, cirqueros, encantadores de serpientes, y gran cantidad de puestos de comidas donde probar “exquisiteces” como cabezas de chancho, y extrañas brochettes. (¿?).
Comimos pescado frito y pan árabe, todo regado con Coca Cola. Las bebidas alcohólicas están absolutamente prohibidas por el Corán. De postre higos y dátiles.

Con anterioridad habíamos oído hablar de las kasbah. Imponentes fortalezas de barro en pleno desierto que se mantenían desafiando el paso de los siglos.
Abordamos un taxi con la propuesta de llevarnos hasta Ouarzazate, a varios km. de Marrakech, rumbo hacia el alto Atlas, importante cordillera de Morocco.
Pactamos, regateo mediante, por adelantado el precio y previo paso por el destacamento policial donde el driver pediría autorización para dirigirse a otra provincia, partimos.
Cuatro horas de viaje por sinuosos y estrechos caminos de montaña, imponentes precipicios y la magnífica figura de los picos más elevados del cordón montañoso con sus nieves eternas.
A la vera del camino esporádicos puestos de venta de souvenires, en especial piedras y fantásticos fósiles. En este lugar se han hecho notables hallazgos paleontológicos.
Los magníficos paisajes de Ouarzazate movilizaron a la industria fílmica Hollywoodense a instalar importantes estudios, los cuales pueden ser visitados.
En estos escenarios se filmó Babel testimonio de la incomunicación humana, argumento éste que recordábamos cada vez que intentábamos intercambiar palabras con nuestro taxista, quien sólo hablaba árabe, pésimo francés y nada de inglés o español.
El recuerdo del guión fílmico también nos hacía ver con desconfianza los montes, alucinando con algún francotirador escondido entre las rocas.
El recorrido a pie entre las construcciones de las kasbah resultó un riguroso trekking.
Parcialmente habitadas por bereberes como la de Taourirt o la de Ait Benhaddou, con 700 habitantes, a 30 km. de la tranquila Ville de Ouarzazate, las kasbah son conjuntos de inmensos edificios del más rústico y elemental adobe levantadas alrededor del siglo XVII y que se mantienen hoy casi intactos y habitables.
Alguna que otra torre está decorada naturalmente con voluminosos nidos de cigüeñas.
Visité una despensa de medicinas naturales donde el boticario me explicó las bondades de sus yuyos mágicos consumidos habitualmente por los lugareños.
No podíamos dejar de conocer uno de los estudios cinematográficos cercanos al kasbah, el Musée du Cinema de Ouarzazate, donde se conservan escenografías de películas históricas. Cartón pintado que nos invitaba, una vez más, a viajar en el tiempo.
Grandes galpones solitarios y en penumbra.
No pude resistir la tentación de sentarme en el trono de Cleopatra.

El regreso, incursionando por los mismos precipicios, pero esta vez ya de noche fue, digamos, inquietante.
Al siguiente día dejábamos el África rumbo a Europa, no sin antes intentar una vez más practicar el deporte nacional Marroquí, el regateo.
Nos dirigimos a un frecuentado barrio denominado 'Kasbah', en busca de algún importante fósil para mi colección.
Magníficos trilobites y ammonites de cientos de millones de años, …y al mejor postor por unos regateables dinares, … .

Otra vez la brecha en el espacio-tiempo,
Otra vez el vértigo de este viaje vertical.

Así sentí a Marruecos, una infracción racional, una irrespetuosa intromisión en el no-tiempo.
Ser el protagonista de una película en la cual un desatento proyeccionista hubiese entremezclado las latas, … .


Bob, le printemps du .. 08









































Photo: Honey




PEOPLE IN THE ROAD






















ANÉCDOTA PROFESIONAL


EL ATAQUE DE LA FIERA

Cuando
en la adolescencia me interesé por la profesión de fotógrafo buscaba en ella una forma de vivir la aventura, fotografiando en periodismo, moda o publicidad el “objetivo” estaba puesto en viajes, frecuentar personajes, situaciones históricas, … mujeres.
La realidad, (o mi interpretación), superó en muchos casos la ficción, por lo cual, creo, ha sido justificada la elección.
Si de anécdotas se trata, “la del león”, merece el cuento.

UNA VEZ UN LEÓN


Briefing :
Encargo Comercial: Tomas fotográficas de un león, (adulto, de 300 kg.), para su promoción y contratación para comerciales, publicidad, gráfica.
Locación: Bufano y Gaona, barrio de Flores, … (pa´ Dolina)…
Allí la casa donde residía la fiera junto a su compañera, una hembra también adulta y su “wanna”, un delirante cuya familia había huído despavorida por temor a semejantes mascotas.

Previa visita de reconocimiento, tomé nota de la desesperada situación del dueño de casa por el costo de alimentación de los animales.
Heladeras repletas de carne de reses que compraba en pié, y su intención que sus huéspedes, ya grandecitos, ayudaran a costear con “la actividad artística”.
Se convino realizar las tomas al siguiente día, bien temprano, para evitar las altas temperaturas de Diciembre.
“Los animales son muy mansitos pero con el calor suelen ponerse nerviosos” (¡?), argumentó el “cirquero”, sugiriendo el horario para tomar las fotografías.

Y al día siguiente:

Los animales intentaban dormir quince minutos más cuando el amo los despertó.

Llamando la atención del macho con globos que recogía de un largo piolín el felino se encaminó hacia la puerta del enjaulado patio donde se encontraban. El patio de una típica casa antigua hacia donde convergían las demás habitaciones
Dejamos a la hembra tranquila. Simba, que así se llamaba el macho, salió de su letargo matinal mientras el “white hunter” lo conducía, cadena mediante, hasta la puerta de calle donde propuse realizar las primeras tomas, aprovechando la calle desierta debido a la temprana hora de aquel día Domingo.
“Estos
bichitos son muy mansitos, repitió el personaje, pero muy juguetones, … hay que tener cuidado, el otro día jugando con el cachorro de la perra lo descuartizaron, … (¡¡?!?¿), …Yo ya estaba jugado, …
Ya en la calle acomodé al “domador” sentado en el umbral de entrada y la bestia acostada mansamente a sus pies, la escena más doméstica no podía ser. el toque de un mate en la mano del improvisado modelo podía producir una imagen interesante.
Ante mi propuesta, la respuestas que desencadenó el drama:
“Andá a buscar la pava y el mate al fondo, en la cocina”
Al intentar entrar en la casa, territorio de la fiera en su ausencia, y su hembra en el interior, (pena no haberlo recordado en ese momento), el león se irguió y caminó cansinamente hacia mi, yo me di vuelta, Simba parándose sobre sus patas traseras me empujó con las delanteras, lanzándome un par de metros, mis cámaras rebotaron contra la vereda.
Feliz con la ocurrencia corrió en mi busqueda olafateándome y lamiéndome con deleite.
Tomándose de un árbol y tirando de la cadena, (¿), el “wanna” me gritó desesperadamente: “¡¡¡ AHORA, CORRE, AHORA, …!!!”, obedecí respetuosamente.
Pero, a los pocos metros, en medio de la calle Bufano, el león me alcanza. Mi suerte estaba echada.
Me mordió en las articulaciones, rodillas y hombros, mientras que con las garras me destrozaba la ropa ya ensangrentada por los múltiples arañazos.
Un sentimiento extraño me embargó, lejos de entrar en pánico, me quedé paralizado, como un muñeco de paño que la fiera sacudía, rugiendo horriblemente.
Tuve una sensación de “película en cámara rápida”, donde transcurrieron con vertiginosidad acontecimientos de mi vida y finalizaba en el momento en el que me encontraba. Pensé, … sentí ?, me pregunté: ¿ es así como termina todo?, sin pena, sin miedo, sin sentido, … ?
Estaba lúcido, pero la emoción estaba adormecida, tal vez sea una piadosa benevolencia de la Madre Naturaleza para quienes les llega el turno de ser cazados.
“¡¡¡ AHORA, … CORRÉ, CORRÉ AHORA !!!”, …otra vez con los imperativos !.
Pero, corrí, corrí desesperadamente, corrí por mi vida, sin mirar atrás, cincuenta, cien metros, en el portón de un garage me detuve, el encargado en la puerta había presenciado el insólito espectáculo, junto con un madrugado automovilista que circulando por la calle Bufano, a las siete de la mañana, había clavado los frenos con un gesto no difícil de imaginar.
El “wanna”, no se cómo, había podido devolver a Simba a su encierro y corrió en mi ayuda, “pensé en ir a buscar el rifle, me dijo, pero si soltaba el león, … estabas frito, …”
De allí al hospital, el Israelita, a pocas cuadras del lugar.
Toda la guardia del domingo en el quirófano queriendo ver a “TARZAN”, como me rebautizaron, no entendiendo cómo coño me había atacado un leon en pleno barrio de Flores.
Después, complicaciones varias, infección, principio de gangrena, alarma de amputación y el Doctor Alfredo Businel, que con dedicado profesionalismo, y ayuda de Pasteur, logró salvarme.
Arrastré la pierna durante meses, me cruzaba de vereda cada vez que me encontraba con un mastín. El fétido aliento del león me impregnó las nasales por largo tiempo.
La aventura es la aventura, … no era eso acaso lo que había estado buscando ?
Fotográficamente sólo pude registrar documentalmente la salida del “wanna” con Simba hasta la vereda, el resto de la historia en el archivo del Hospital, en el recuerdo de todos los protagonistas y en el historial clínico de mi médico personal, con un caso más acorde para el médico de la selva.




Crónica e Ilustración: Bob
Editado en la Revista 10x12, publicación de la FOP, Asociación de Fotógrafos Publicitarios de la Argentina







































ARTE E INGENIO

Una Aventura Virtual


Mi gabinete de ajedrez, un mágico lugar donde intento aprender y disfrutar de sus ocultos misterios.

La bandera Cubana en el fondo es un tributo a Capablanca, ... y a los Cubanos







El Ajedrez, según Jorge Luis Borges

I

En su grave rincón, los jugadores
rigen las lentas piezas. El tablero
los demora hasta el alba en su severo
ámbito en que se odian dos colores.

Adentro irradian mágicos rigores
las formas: torre homérica, ligero
caballo, armada reina, rey postrero,
oblicuo alfil y peones agresores.

Cuando los jugadores se hayan ido,
cuando el tiempo los haya consumido,
ciertamente no habrá cesado el rito.

En el Oriente se encendió esta guerra
cuyo anfiteatro es hoy toda la tierra.
Como el otro, este juego es infinito.

II

Tenue rey, sesgo alfil, encarnizada
reina, torre directa y peón ladino
sobre lo negro y blanco del camino
buscan y libran su batalla armada.

No saben que la mano señalada
del jugador gobierna su destino,
no saben que un rigor adamantino
sujeta su albedrío y su jornada.

También el jugador es prisionero
(la sentencia es de Omar) de otro tablero
de negras noches y blancos días.

Dios mueve al jugador, y éste, la pieza.
¿Qué Dios detrás de Dios la trama empieza
de polvo y tiempo y sueño y agonías?





CRÓNICA DEL LIBRO DE VUELOS, texto: Bob, fotos: Bob & Honey

Arranque del Parapentismo Criollo








Febrero, nuevamente la montaña y más desafíos.

El Bolsón, localidad de la Patagonia pegada a la cordillera, a mil setecientos kilómetros de Buenos Aires fué el lugar elegido, el Cerro Piltrikitrón sería esta vez mi cómplice.

Didier Agerón iniciaba un curso de especialización, una oportunidad de tener más claro esta cuestión de trepar en el aire caliente. Cinco días que resultarían intensísimos.

Teórico por la mañana, café con medialunas, y a la montaña, briefing, observación, lectura del cielo, esperando el momento propicio para despegar.

El primer día antes de abrir la mochila del parapente ocurrió la deserción de uno de los ocho compañeros del grupo, impresionado por la altura que habían tomado los pilotos que le precedieron en el turno de despegue.

Didier con sus indicaciones radiales lograba sacar el máximo provecho de alas y pilotos.

Fue al segundo día, …

Esperamos mateando en el despegue hasta las dos de la tarde, pero las condiciones meteo no mejoraban, es más, los comentarios eran contradictorios y las opiniones que nos llegaban por los handys de la gente en el aterrizaje, indicaban vientos fuertes del cuadrante sur que giraban 180 grados para ponerse norte. La manga estaba loca.

Los pilotos locales desde el aterrizaje aconsejaban no despegar. Seguimos esperando.

Poco más tarde en el despegue la velocidad y dirección del viento favorables motivaron al franchute de Didier para la propuesta esperada: “ A ponegse las pilas y a volagg !!!“.

Alisté mi vela, cierres revisados, guantes y casco en su lugar, pre-inflado y despegue “de una”, mi habitual alarido de “HUIJAAA !!!” y a volar.

Un poco de dinámica y a cazar térmicas, girar pegado al vertical murallón del Piltri, enfrentándolo en cada giro casi rozándolo con la punta del estábilo, resultó verdaderamente inquietante, mi compañero radial con sus sabias instrucciones me puso enseguida “en órbita”.

Buenas ascendencias de +8 y a pesar de la velocidad del viento en ningún momento tuve la sensación de detenerme o volar para atrás.

Volé mucho tiempo y muy alto, las vistas aéreas desde mi aeronave de tela eran fantásticas, el Cerro, ya viéndolo desde arriba, me mostraba sus inquietantes valles escondidos.

Disponiéndome a aterrizar noté que la ascendencia era pareja donde quiera que me dirigiese. Subía por todos lados, es más, no podía descender.

Me propuse consultar al francés, y su metalizada voz por el handy me aconsejó:”PONÉ OGUEJAS”, eso ya lo había intentado y no había funcionado.

“METÉ BANDAS B”. otra vez la electrónica voz desde mi hombro izquierdo con otra propuesta.

Muy dura de meter, la maniobra cortaba el canto del variómetro en ascenso.

Al cansarme y largar las bandas otra vez el sonido que siempre me alegraba pero esta vez sonaba a descontrol, “Didier, ... no funciona !”

“Voy a tenej que cobragte un plus por el curso de maniobras egtregmas!”, (¡?) “Igual seguía mejog que te quedagas pog alli aguiba, aquí abajo está muy tugbulento, en el ateguizaje la situación está bastante violenta,… sino peligosa pog lo menos complicada”.

Yo había escuchado por el handy las peripecias de uno de mis compañeros que terminó arborizando en un aterrizaje descontrolado.

“Pogbá con un buen centrifugadu”, la nueva sugerencia del franchute.

(Faltaba tirar el emergencia y curso completo, …).

La licuadora en la que me metí me dejó sin aliento y totalmente desconcertado, para peor cuando estabilicé la vela otra vez el pitido del vario, … y otra vez para arriba.

Finalmente “entregado” y en un estado de ánimo que valoro, solté los comandos, crucé mis entumecidos brazos y me puse a “balconear” El Bolsón, distendido y feliz.

“Gobegto !, no te pgeocupes por ateguizar que al suelo vas a llegar en algún momento” (¿!!), QUE PEDAZO DE FRANCÉS !!!

Le contesté con tranquilidad pero bastante ansioso: “No tengo la menor idea donde está el aterrizaje, … tratá de orientarme, …”

Comentario que más tarde tuviera en el teórico una dura crítica por parte del instructor: “Gobergto, eso es gavísimo ¡!, cómo te puede pasag eso ¿?, esa desconcentragción puede seg peligosisima en muchos casos, …!!!”

Finalmente la masa de aire en ascenso desde el valle empujado hacia arriba por una cuña de viento norte que había entrado en todo ese tiempo, (explicación meteorológica de mi prolongada e involuntaria estadía allí arriba), cedió, y comencé a descender hasta visualizar el aterrizaje, los autos estacionados y la figura de mi instructor, ya en el llano, que me daba sus consejos sobre cómo encarar el aterrizaje con las “orejas” puestas.

Al tocar tierra me desprendí el arnés que arrojé sobre la vela despreocupadamente y corrí por una lata de cerveza para licuar tanta adrenalina.

Fuí el último en aterrizar, un vuelo de aproximadamente tres horas a un promedio de dos mil metros de altura había concluído con felicidad. Más que suficiente para un bisoño piloto.

Una hermosa aventura que en algún momento del vuelo me cuestioné, pero en definitiva era lo que había ido a buscar.

El Bolsón posee un microclima muy particular cuyo estado cambia sorpresivamente.

A los pocos días de esta historieta, varios competidores de un campeonato, locales y extranjeros, terminaron estampados contra la ladera, (como la Pantera Rosa), y hospitalizados. Afortunadamente todos zafaron.

Estos eran los primeros años del parapentismo en la Argentina, cuando Luis Rosenkjer nos encandilaba a todos los pilotos al lograr volar los cien km. que separan Bariloche del Bolsón.

Alguna vez oí que no hay aventura sin riesgo de la integridad física, y otra vez leí que tampoco la hay en situaciones totalmente controladas.

La aventura es la aventura y el vuelo libre una manera de encontrarla.


Piloto de Parapente
Licencia FAVL #72, Federación Argentina de Vuelo Libre


SOBREVOLANDO SAPIRANGA, BRASIL
























VIAJAR EN TREN



Los trenes, ... que maravilla !

Cuánta poesía coleccionada en este interesantísimo Museo del Tren, en Madrid


































































CYBERNAUTA

En este Post incluiré extrañas y fascinantes experiencias vividas navegando por Internet. La magia de la web y anécdotas contactando gente distante,alguna vez preparando viajes y otras por curiosidad o llevado por la inquietud de aprender algo nuevo. Con el espíritu de un antigüo Radio-Aficionado pero con la tecnología de la que hoy disponemos.



Buscando aclarar algunas dudas sobre los acordes de un tema que pretendía sacar con el Ukelele, me contacté con Youtube y encontré un tutorial que me encantó. Era de un Japonés, … en Japón, al que le envié un mail con mis preguntas. A los pocos días recibía el Link de su nuevo video subido al sitio, donde se grabó con su web-cam, dedicándome una lección magistral, resolviéndome el problema. Nos amigamos por FaceBook y no dejamos desde entonces de comunicarnos. Tipazo Genial, …!!!, y una gran experiencia documentada.

Aquí el Link

http://www.youtube.com/watch?v=2VcZqGHIWPY


Correo

Entre Emilio Urruty y Bob

Agosto del 2010


Apreciado Emilio

Aquí debajo de una escalera en un periférico espacio de Buenos Aires, me siento un radio-aficionado de los de antes, comunicándome nuevamente con vos, mediante Internet, maravilloso Aleph finalmente hallado.

Hace ya mucho tiempo, y para vos un encuentro perfectamente olvidable, te conocí personalmente en tu oficina, cuando buscaba números atrasados de la emblemática Aventura & Co.

Ésta ha sido inspiración desde aquel entonces, y suelo rehojearlas para energizarme.

Hoy, y desde hace varios años ya, cuando hablar de aventura, alto riesgo, turismo aventura está tan de moda para los snobs y comerciantes oportunistas, vos fuíste en Argentina uno de los pioneros que encaraste el tema con profundidad, y entiendo, no jugaste a la aventura dominguera, no fue para vos un “cool” pasatiempo, y te decidiste a vivir aventureramente. Cuando te conocí estabas encarando tu mudanza a Ushuaia.

Me gustó mucho tu site y por sobre todo su contenido. Me gustan las aventuras con final feliz.

No quiero distraerte más, …

Simplemente te escribo estas líneas para felicitarte y agradecerte.

Cambio y Fuera

Bob



Hola, Roberto. Me diste un gusto inexplicable al escribirme. Pero para qué mentir: no recuerdo tu visita, allá lejos y hace tiempo. Olvidé tu visita, tu nombre y tu cara, como olvido casi todo lo que me pasa en la vida, aun las cosas más recientes. Mi mujer no puede creerlo; mi hijo se ríe de tener un padre así (por suerte me quieren igual). Y, sin embargo, la gente me tiene como un gran contador de historias, un memorioso. Una contradicción, al menos aparente, no? Bah, ya me acostumbré a ser como soy. Será una de las secuelas de vivir al día, y mirando hacia adelante. Porque al día, a la jornada diaria, realmente no le doy tregua: empiezo a eso de las 5 cada día, para enfrentar mi tarea cotidiana como maestro en una escuela experimental de Ushuaia (tengo alumnos de entre 3 y 17 años, con los que me llevo muy bien), y termino pasada la medianoche, si no más tarde, escribiendo o corrigiendo trabajos de alumnos o leyendo o preparando clases para el día siguiente… En el medio, o estoy remando en kayak por el canal Beagle, o esquiando de fondo o andando en raquetas en los valles, o caminando por algún sendero de la montaña (según la época del año). Esto lo hago en familia muchas veces, y otras veces, solo. Mirá, para darte un ejemplo: el sábado, éste que pasó, a las 9 de la mañana, con una escarcha que estremecía las calles, me junté con unos amigos kayakistas a practicar unas técnicas de rescate y autorrescate en kayak de mar. Estuvimos unas seis horas en el agua helada del Beagle y terminamos medio hipotérmicos pero felices. De ahí, sin siquiera haber podido darme una ducha caliente, tuve que irme a dar una charla al Festival de Cine de Montaña “Ushh…” sobre el padre Alberto De Agostini (un salesiano de principios del siglo XX que fue explorador, fotógrafo, documentalista y etnógrafo; seguramente te suena su nombre). Bueno, terminé el día reventado, pero tan, tan contento…

Saber que te gustó el sitio fue otra alegría, porque deduzco que sos un tipo muy visual. Para tu tranquilidad, te aseguro que: sí, por ahora, el final de mi aventura es feliz. No me quejo, sería un ingrato. Vivo agradecido por lo que me ha tocado y por lo que he podido hacer con lo que la vida me dio. De la misma manera que agradezco ahora que me hayas escrito con esas cálidas palabras, porque siento que lo que uno hace desde el alma (como aquella legendaria revistita Aventura & Co.) puede alcanzar resonancias insospechadas a lo largo del tiempo, en personas y lugares también insospechados. Por eso jamás hay que hacer las cosas “así nomás”, sino poner sobre la parrilla todo lo mejor que uno tiene para dar. A propósito, me asomé a tu blog y me divirtió mucho: los textos, las citas, los poemas. Para mí fueron varios los guiños, que celebro, no sabés cuánto. Me encantaron tus dibujitos con el pulgar levantado, el sargento bananero… ¡Muy al estilo Ernie! Qué lindo que vueles parapente… Ya me contarás más en algún otro mensaje.

Por ahora, va mi abrazo y mi agradecimiento por que hayas decidido hacer contacto.

Emilio Urruty

A modo de postdata te digo que ayer falleció Daniel Villarruel, un querido amigo que andaba muy mal de los pulmones, fundador de una casa de equipo de montaña y aventura: LIBO. Él había diseñado en su fábrica modelos de sombreros, chalecos, etc, inspirados en Ernie y en el espíritu de Aventura & Co. Un tipo bárbaro, un verdadero cultor de la amistad. Yo le había escrito una carta hacía menos de quince días, pero me siento medio hecho bolsa por la noticia, como te imaginarás, sobre todo porque estando tan lejos no puedo acercarme a darle un abrazo a su familia.


http://webs.advance.com.ar/emiliourruty/













COLECCIONISMO
http://www.antiquesandvintagearcheology.blogspot.com/













Tin Toy Soldiers


Los Coleccionistas no somos dueños de los objetos que atesoramos, sólo los salvaguardamos hasta que otro coleccionista, llegado el momento, los obtenga con el mismo propósito. Bob








LIBROS Y REVISTAS DE VIAJES Y AVENTURA


Esta es una selección de mis incunables, libros y revistas muy difíciles de conseguir, que forman parte de mi colección de publicaciones documentales de aventura y relatos de viajes.

Mi primera fotografía de Tapa, Revista WEEK END # 21, pionera y emblemática publicación de aventura, viajes, naturaleza, deportes y actividades al aire libre























Este fue mi punto de partida, profesionalmente hablando. Como reportero gráfico de la revista Week End en sus primeros números. Fotografiando el Delta del Paraná para notas de motonáutica, patos-señuelos para las de caza, o interiores de casas rodantes, la recordada “Boyita”, por ejemplo. Campeonatos de pesca en la costanera, (cuando todavía había fauna), y pájaros y peces en la Feria de Pompeya, cuando no se hablaba del tráfico de animales exóticos, (no lo habría entonces, supongo). El noble deporte de la arquería hacía furor, y sus cultores parecían salir de las ilustraciones de libros como Guillermo Tell y Robin Hood




DOS LIBROS SOBRE VIAJES AL INTERIOR DEL AMAZONAS
CON IMPORTANTES FOTOGRAFÍAS TESTIMONIALES

"DOCIENTOS DIAS DE MATO GROSSO"
Antonio Halik, Buenos Aires, Primera Edición, Octurbre de 1961
Primera Edición, firmada por el autor









































Edición firmada por el autor


































































































"MAS ALLÁ DEL RIO DAS MORTES"
D.G.FABRE,
Editorial de Ediciones Selectas, Buenos Aires 1963
Expedición al Amazonas





























































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